Esta ola pasa de ser de un take off de 3 pies a un tubo de 12 pies del tamaño de un camión. Estaba de vacaciones en Costa Rica, cuando de repente este oleaje se dirigía para casa, al instante hice las maletas y me fui al aeropuerto.

Esta ola no rompe muy a menudo, pero cuando la madre naturaleza se alinea, no hay ningún lugar en el que prefiera estar. Fue una gran misión volver a casa, pero la sesión valió la pena.




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