Cinco millones de personas viven en Sidney, pero el lugar es realmente todo sobre su geografía: valles fluviales ahogados, cabos erosionados, cargas de arena cambiantes y un amanecer sobre el océano.
Esto último es lo que da al surf de Sidney su luz y color distintivos. Podría llamarse "retroiluminado", pero el término no capta del todo cómo una ola matutina en Sidney puede parecer que contiene sol, viento y nubes en su interior. Incluso en días oscuros el agua puede parecer luminosa.
En este clip, rodado por el director de fotografía local Spencer Frost, se capta plenamente la calidad de la luz en esta ciudad surfera sin parangón, junto con la loca variedad de olas que se producen a lo largo de sus 40 playas y arrecifes.
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