El surfista chileno Ramón Navarro, junto a Otto Flores y Kohl Christensen, en una fría mañana de otoño del año pasado fueron a explorar un punto específico en el sur de Chile del que Navarro había oído rumores. Pero habiendo pasado mucho tiempo en la zona, era escéptico, no esperaba mucho. Definitivamente no esperaba encontrar una de las mejores olas que haya surfeado.

He pasado casi toda mi vida intentando encontrar nuevas olas y ésta estaba justo debajo de mi nariz. Y eso es porque las barras de arena son muy inestables. Cambian todo el tiempo y hay tantas cosas que tienen que pasar para que se vuelvan buenos. Desafortunadamente, la barra de arena mágica del lugar desapareció casi tan rápido como se formó.

 



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