Tasmania está considerada como uno de los estados más salvajes y auténticos de Australia. En los últimos años, sin embargo, esa reputación se ha visto empañada por el auge de la industria salmonera local.
Con las regulaciones ambientales luchando para mantener el ritmo de crecimiento de la industria, los ambientes marinos que albergan la industria han sufrido un gran impacto y en algunos casos han estado a punto de colapsar.
Las ganas de crecer y crecer de la industria ha obligado a los operadores a encontrar nuevas ubicaciones. Cuando la industria se fijó como objetivo abrir un nuevo territorio en la vecina King Island y pegada a las olas de clase mundial de Martha Lavinia Beach no se dieron cuenta de que también estaban buscando pelea con surfistas de todo el mundo.
Este documental de Patagonia quiere visibilizar la lucha de la comunidad local en contra de estas instalaciones que contaminan las aguas con antibióticos y mantienen encerrados a miles de peces en muy malas condiciones para vender pescado de mala calidad a un precio barato.
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