Hace 5 años fui a surfear a la Ladeira, en el Concello de Baiona, uno de esos días de maretón y marea absolutamente baja y había alguna gente trabajando en cuadrículas con pinta de científicos. Estaban "sembrando pulgas".

Se trataba de un proyecto de recuperación de las pulgas de las playas llevado a cabo por un grupo de voluntarios capitaneado por el profesor de ecología de la Universidad de Vigo, Mariano Lastra Valdor. La retirada mecánica de las algas en playa Ladeira había hecho desaparecer a esta especie de la mayor parte del arenal. Este pequeño crustáceo, cuyo nombre científico es Talitrus saltador, nada tiene que ver con las pulgas domésticas, y vive en ecosistemas intermareales limpios y saludables.

Sin algas, las pulgas de mar desaparecen, me decía esta semana Mariano Lastra, profesor de ecología de la Universidad de Vigo.

Las olas de fondo de arena se forman por el sedimento que el agua recoge de las dunas de la playa y deposita mar adentro. Así decimos que tenemos buenos fondos cuando la arena forma "dunas" cerca de la orilla y las olas rompen en picos.

Cuando las playas pierden arena, deja de haber dunas y poco a poco deja de haber ola.

En este punto se unen las pulgas y las olas. Cada vez que las máquinas sacan las algas se llevan un 30% de arena que ya no retorna a la playa. Además, las algas frescas son el alimento para las pulgas, y cuando se descomponen, se convierten en minerales y nutrientes que fertilizan el océano.

Tras el proyecto de recuperación llevado a cabo por la Universidad de Vigo, ayer paseando por la Ladeira pude ver tres pulgas de mar cerca de la orilla. Trasladaron 20.000 a la playa en el año 2015, tras el primer año no vieron ningún efecto, pero al año siguiente volvían a saltar pulgas de mar cerca de la orilla.

La mayoría de los ayuntamientos de nuestra zona ya no retiran las algas de forma mecanizada en invierno, como podemos ver paseando la costa de Panxón, A Madorra, el Pico, Prado, o Vao, as Barcas, etc... En verano continúan eliminándolas con máquinas y en Patos ya no hay dunas.

Todos los que surfeamos en esta zona criticamos las olas de Patos, pero a muchos en el fondo nos encanta. Cada vez menos días podemos decir "se han quedado buenos fondos" después del temporal, "rompe perfecta la derecha de la playa", "sale el piquito de enfrente de las escuelas".

Sin algas, no hay arena y sin arena no hay olas.

Muchas gracias a Mariano Lastra Valdor.

Un artículo de Ana Conde.