Durante millones de años, las corrientes marinas han arrastrado una exuberante biodiversidad a las Islas Galápagos, que hoy se ven amenazadas por la basura que llega desde insospechados rincones del planeta.

Los jóvenes de San Cristóbal combaten el plástico que llega al archipiélago con acciones concretas, pues no se puede disfrutar del turismo, del surf y la naturaleza con olas de basura.