Como en todas las grandes tradiciones épicas, Zye Norris, el típico "tío salado", se lanzó a la aventura y pasó, muchos más días que cien en el agua, cruzando tierras, y simplemente revolcándose en una variedad de habitaciones vacías.

Su viaje le llevó en tabla y bicicleta, en coche, autobuses destartalados y en barcos dudosos y algún que otro avión desvencijado. Todo para llevarle a un surtido de lugares apropiados, aunque bastante remotos, incrustados de sal, a través del archipiélago indonesio.

Los frutos de su trabajo culminaron en una maravillosa compilación de clips que nuestro maestro de la cinematografía, Andre Cricket, ha conseguido reunir para crear una antología adecuada del trabajo de surf de Zye. Te invitamos a ocupar un lugar en el salón, a cargarte de bebidas y de los aperitivos necesarios y a sumergirte de lleno en esta maravillosa película.